a mi trocito de cielo, no te apagues nunca...
Soñando que no crecía y para siempre sería joven. Cincuenta y pico inviernos, llenos de hojas secas...Y sus veintidos pecas resumidas en un sueño si, del que nunca despertara, por mas gallos que cantaran la tristeza le abrazaba
No hay comentarios:
Publicar un comentario