miércoles, 28 de noviembre de 2012

Se durmieron todas mis ganas

Menos mal que aparecías con el sonido de tú risa. Menos mal que me abrazabas para luego yo besarte. Menos mal que estás en mí. Menos mal que está tu perta, tu puerta para descansar. Menos mal que tú me salvas, si me toca naufragar. Menos mal que me besabas para luego yo entregarme. Menos mal que estás en mí, menos mal que me encontrarte.

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