sábado, 7 de febrero de 2015

Se bebían la vida a tragos, sin pensar en las resacas con sabor amargo

La que te dice las cosas que no te gustan oír, por muy difícil que sea a veces. Que se preocupa por ti como lo haría una hermana, incluso más, por que ya es familia.
Que sabe lo que te pasa cuando tu aun lo desconoces. Que te escribe cuando os separáis por que lo divertido es comentar la quedada. Que pese al tiempo, la distancia y alguna discusión puntual, sigáis queriendo contados todas vuestras novedades al mas mínimo detalle. 
Que si una de las dos deja de fumar, pues jode por que el cafecito y el marujeo no serán lo mismo opero qué más da porque se disfruta igual.



La amistad verdadera no es como el buen vino, que sólo se saboree en la mejor de las ocasiones, sino que es como una botella normal y corriente, porque está ahí, dispuesta a ser abierta y disfrutada a cualquier hora, en cualquier lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario